Son muchas las personas que alguna vez han experimentado miedo o estrés en la calle. También las que salen para relajarse o desconectar de sus vidas domésticas o laborales. El espacio es el mismo, pero las experiencias son claramente distintas. Así, pese a que la calle es un espacio importante de nuestras vidas, apenas sabemos por qué a algunas personas les generan emociones positivas y a otras, negativas.